El país "mágico" de Correa o la Oda a lo grotesco
Cuando el Ab. Abdalá Bucaram llegó a la presidencia de la república, hubo quienes pensaron que era una oportunidad para generar cambios en el país, con base en que no estaba vinculado a los intereses tradicionales y hegemónicos que influenciaban la vida política del Ecuador. Aquellos que tenían esa expectativa muy pronto fueron defraudados. La disgregación en todos los órdenes no fue lenta. La reacción, que sería sistemáticamente manipulada, se convertiría en una suerte de norma: echar al presidente, en este caso, aduciendo insania mental. Como vemos no es innovación del presidente Correa hacer bromas.
En la actualidad, signos ya vistos se presentan nuevamente: una gran expectativa y lo que parece ser el triunfo otra vez de las pintorescas características particulares frente a la ausencia real de soporte y lineamientos orgánicos. Hay quienes hacen creer que la alternativa al neoliberalismo es entrar al club del que son fundadores Castro y Chávez. ¿Nuevas ideas que nacen ancladas a viejas formas de pensar? Seguramente terminan en eventos bochornosos para los que somos ciudadanos y por ello entendemos lo que significa. Eventos como es el que alguien que por muchas razones estaría llamado a dar ejemplo, incite a estudiantes a zambullirse en la estupidez y en la vulgaridad. Parece que no supiéramos a dónde lleva todo esto. Es mala idea plegar a los totalitarismos, a la falta de tolerancia que sería entendible si estuviéramos en Afganistán tratando con Al-Qaeda. Seguramente habrá quienes sean intimidados y quienes no por quienes se desubican fácilmente.
En la actualidad, signos ya vistos se presentan nuevamente: una gran expectativa y lo que parece ser el triunfo otra vez de las pintorescas características particulares frente a la ausencia real de soporte y lineamientos orgánicos. Hay quienes hacen creer que la alternativa al neoliberalismo es entrar al club del que son fundadores Castro y Chávez. ¿Nuevas ideas que nacen ancladas a viejas formas de pensar? Seguramente terminan en eventos bochornosos para los que somos ciudadanos y por ello entendemos lo que significa. Eventos como es el que alguien que por muchas razones estaría llamado a dar ejemplo, incite a estudiantes a zambullirse en la estupidez y en la vulgaridad. Parece que no supiéramos a dónde lleva todo esto. Es mala idea plegar a los totalitarismos, a la falta de tolerancia que sería entendible si estuviéramos en Afganistán tratando con Al-Qaeda. Seguramente habrá quienes sean intimidados y quienes no por quienes se desubican fácilmente.
Comentarios
Para mi gusto, debería profundizar y definirse aún más hacia la izquierda, pero en general, tiene mi crédito abierto.
Saludos.
Es bueno estar en desacuerdo porque convivencia no significa coincidencia. Por ello hay que tener cuidado de aquellos para quienes no es así.
Entiendo tu punto porque alguna vez participé de esas ideas. Luego me aburguesé ;) Bueno no creo que sea así, sino que, como decía, ¿nuevas ideas nacidas en viejas estructuras mentales y formas de pensar?
Hay que tenet cuidado con dar cheques en blanco, por poner un ejemplo, Hitler los tuvo y los usó. Claro, si hubiera ganado otras serían las versiones dominantes.
En cuanto a izquierda, ¿en verdad crees en eso? Respeto tu punto.
Ayer hablaba con un argentino que visitaba la universidad en la que trabajo. En el almuerzo, como de pasada, mencionó que había sido militante en un grupo de matiz stalinista. Bueno, todos sabemos que muchas polémicas y fragmentaciones han venido porque son 4 dirigintes y 2 los cargos. Pero ese es solo un comentario. Luego el amigo argentino habló de las abuelas y las madres de la plaza de mayo. De lo digno de su lucha, de los perros sátrapas que cometieron crimenes de lesa humanidad en la Argentina. Pero un momentito, ¿y cuántas gentes se llevó por delante Stalin? Bueno, no es el único. Lo peor es idealizar, porque luego uno tiene que ir dejando de ver, o dicho de otra manera, ver selectivamente.
En todo caso seguramente así el Gran Reloj de la Revolución adelantará un poco. Los chinitos actuales seguramente se reirán de buena gana. Bueno, ya la esperanza no viene de allá. Pero como decía Lacan, la esperanza puede llevar al suicidio. Sin demeritar, después de todo es el único acto que tiene éxito sin fracaso, aunque ciertamente no lo recomiendo :))
Stalin fue un gran traidor de la revolución rusa.
Francisco de Miranda, un patriota venezolano del siglo XIX dijo alguna vez: "o inventamos o erramos".
Creo que esas palabras están más vigentes que nunca.
Algunos lo llaman Socialismo del Siglo XXI. Puede ser. No me importan los nombres.
Lo que sí es seguro es que no se deben repetir los errores del siglo XX.
Es como todo: lo que funciona bien no se intenta de nuevo.
Lo que se debe reintentar es lo que salió mal.
Un abrazo.