Mundo sombrío
Creemos que el Obscurantismo fue cosa del pasado, al menos eso es lo que nos hace creer la historia que nos cuentan. Porque hoy existe Internet, Ipods, laptos, viajes intercontinentales que nos llevan en poco tiempo de un lado al otro del mundo lo que hace 70 años demoraba meses, ¿será por eso y todas las ciencias y tecnologías adicionales que ya estamos lejos del Obscurantismo?
Ayer veia televisión y en el cable un canal pasaba un spot que mostraba a unos niños jugando en la playa. De pronto uno tropieza con algo, se ve parte de un cuerpo humano, semi oculto por la arena. Se alcanza a ver una barriga. La idea que da es que el cadáver de una persona está semi sepultado. El niño lo toca con un palo y dice algo así como que haciendo ejercicio alguien ha perdido el estómago. El mensaje supone que debería tener un efecto gracioso, mi temor es que para muchos lo tenga. Por cierto, proviene de una cruzada por la salud.
Luego, en otro momento y ya no frente a una pantalla de TV, veo en una playa otra pantalla patrocinada por un diario, pantalla que entre diversas cosas ofrece también noticias, una dice algo así como que por "sapo" (sinónimo de creer que uno es muy hábil pero de una manera mal intensionada, es decir, haciendo trucos no muy limpios), repito, que por sapo y querer robar electricidad, un hombre se electrocutó. El léxico es más florido de lo que aquí traigo sin embargo es coherente con el modo en que el diario aquel publica su "información" (por cierto, dicen que es el diario con mayor circulación en Ecuador) y pienso: en un pais como este, lleno de pobreza por un lado y de sapos que no se electrocutan por otro, ese hombre no les importa, no les importa su familia, ¿qué sentiría el que lo escribe, el que permite que eso se escriba porque lucra y el que lo lee si el "sapo" fuera su padre o su hijo o su hermano?
Dos detalles, dos historias muy breves para decir que este tiempo cultiva espanto o más bien, que se sigue cultivando el espanto. Estoy seguro que si hiciéramos una estadística de cuántos han muerto por catástrofes naturales vs. humanas, lo segundo sería impresionante. Aunque este modo de plantear y ver las cosas, por números, ya es una manera de estar perdido.
Hay un Club bastante extendido de los que apuestan a crear una insensibilidad, una muerte de lo sagrado, una muerte en vida.
El texto que antecede a este, el de Nicolau Eymeric, lo puse en principio por bromear, esa era mi idea. Veo sin embargo que va mucho más allá: hay también aquellos que parapetándose en el espacio de lo sagrado, lo han desvirtuado y lo continuan haciendo. Son parte de aquel Club.
Ayer veia televisión y en el cable un canal pasaba un spot que mostraba a unos niños jugando en la playa. De pronto uno tropieza con algo, se ve parte de un cuerpo humano, semi oculto por la arena. Se alcanza a ver una barriga. La idea que da es que el cadáver de una persona está semi sepultado. El niño lo toca con un palo y dice algo así como que haciendo ejercicio alguien ha perdido el estómago. El mensaje supone que debería tener un efecto gracioso, mi temor es que para muchos lo tenga. Por cierto, proviene de una cruzada por la salud.
Luego, en otro momento y ya no frente a una pantalla de TV, veo en una playa otra pantalla patrocinada por un diario, pantalla que entre diversas cosas ofrece también noticias, una dice algo así como que por "sapo" (sinónimo de creer que uno es muy hábil pero de una manera mal intensionada, es decir, haciendo trucos no muy limpios), repito, que por sapo y querer robar electricidad, un hombre se electrocutó. El léxico es más florido de lo que aquí traigo sin embargo es coherente con el modo en que el diario aquel publica su "información" (por cierto, dicen que es el diario con mayor circulación en Ecuador) y pienso: en un pais como este, lleno de pobreza por un lado y de sapos que no se electrocutan por otro, ese hombre no les importa, no les importa su familia, ¿qué sentiría el que lo escribe, el que permite que eso se escriba porque lucra y el que lo lee si el "sapo" fuera su padre o su hijo o su hermano?
Dos detalles, dos historias muy breves para decir que este tiempo cultiva espanto o más bien, que se sigue cultivando el espanto. Estoy seguro que si hiciéramos una estadística de cuántos han muerto por catástrofes naturales vs. humanas, lo segundo sería impresionante. Aunque este modo de plantear y ver las cosas, por números, ya es una manera de estar perdido.
Hay un Club bastante extendido de los que apuestan a crear una insensibilidad, una muerte de lo sagrado, una muerte en vida.
El texto que antecede a este, el de Nicolau Eymeric, lo puse en principio por bromear, esa era mi idea. Veo sin embargo que va mucho más allá: hay también aquellos que parapetándose en el espacio de lo sagrado, lo han desvirtuado y lo continuan haciendo. Son parte de aquel Club.
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